Conspiración de mares gélidos,
que bailotean sobre la víspera
de tu blancura pagana.
Azotadas en la sombra de la arena
olas de lana embrolladas,
solfean los himnos del destierro enfermo.
Nórdica de pasados discretos,
arreo de nubes que montan
caballitos de colores por el altozano.
Amplias piernas de figuras verdes,
abiertas por el diapasón del viento
que bufa calando laberintos, estáticos
de siniestras formas.
Alma incorrupta de llanuras frescas,
te dejo el desgarro de mis fantasías
y el mutis de mi rostro mutilado por el tiempo,
símbolo de misoginias cosechadas en mi testa.