9 feb 2009

El viento pasa cortando con sus frias navajas
hace que las rocas se mezan como en un vals
de Shostakóvish.

Provoca sonidos guturales cuando se estampa
contra los muros de las casas de madera,
de golpe! en los rostros marcados por el hielo.

Cuando viene, trae muchas voces del sur,
reclamos de almas inciertas, perdidas
en los montes.

El viento es inquieto...

Sale de su escondite lejano
allá, en el mar del fuego.

Me llama, quiere llevarme,
volar mis sufrimientos, las penas concisas
y mis memorias podridas...

Bolungarvík
Islandia 2008